Nº Registro Sanitario: C-15-002925

La fortaleza de las primeras impresiones

Publicado: 28 de julio de 2025, 13:16
  1. Estrés
La fortaleza de las primeras impresiones

Cuando conocemos a una persona a partir de su apariencia, su comportamiento no verbal y la conducta que manifiesta, inferimos una serie de características que nos ayudan a formar las primeras impresiones. No todas las características que observamos en una persona atraerán por igual nuestra atención, son fundamentalmente las más significativas o sobresalientes las que generarán la primera impresión de alguien. Por ejemplo, no nos resultará extraño ver a un niño en un parque infantil, pero si no llamará la atención verlo en la cola de la fotocopiadora de facultad de medicina.

Es nuestra experiencia, el conocimiento almacenado que tengamos de otras personas sobre sus conductas, los rasgos y las situaciones sociales vividas, lo que van a influir sobre las características que hemos inferido previamente (es decir, las asociaciones que hemos aprendido con base en nuestra experiencia y los pensamientos que solemos tener frecuentemente). De hecho, aprendemos a asociar determinadas características a determinados rasgos, por ejemplo, podemos asociar la labor de un joven ayudando a cruzar la calle a un anciano, al rasgo de bondad o generosidad.

Desde mediados de la década de los 40 el Psicólogo Polaco Solomon Asch, se ocupó extensamente del problema de la formación de impresiones y en sus investigaciones se descubrió que las impresiones que nos formamos de los otros, se ven fuertemente afectadas por la información que recibimos primero, y a esto se denominó “Efecto de Primacía”. Muchas veces, una vez que tenemos una información inicial, no nos preocupamos por prestar mucha atención a la información adicional.

Otras veces, cuando elaboramos una primera impresión, es poco certera por estar basada en informaciones incompletas. Sin embargo, aunque las primeras impresiones influyen de manera significativa en las interacciones posteriores, muchas veces pueden modificarse, ya que cuando vamos conociendo mejor a una persona, nuestra idea va cambiando.

“Un domingo por la mañana, en el metro de Valencia, la gente estaba tranquilamente sentada leyendo el periódico, perdida en sus pensamientos o descansando con los ojos cerrados. La escena era tranquila y pacífica.

Entonces, de pronto, entraron en el vagón un hombre y sus hijos. Los niños eran tan alborotadores e ingobernables que de repente se modificó todo el clima. El hombre se sentó junto a mí y cerró los ojos, en apariencia ignorando o abstrayéndose de la situación. Los niños vociferaban de aquí para allá, arrastrando objetos, incluso arrebatando los periódicos de la gente. Era muy molesta. Pero el hombre sentado junto a mí no hacía nada.

Resultaba difícil no sentirse irritado. Yo no podía creer que fuera tan insensible como para permitir que los chicos corrieran salvajemente sin impedirlo, ni asumir ninguna responsabilidad. Se veía que las otras personas que estaban allí se sentían igualmente irritadas.

De modo que, con lo que me parecía una paciencia y una contención inusuales, me volví hacia él y le dije: “Señor, sus hijos están molestando a muchas personas. ¿No puede controlarlos un poco más?”. El hombre alzó los ojos como si solo entonces hubiera tomado conciencia de la situación, y dijo con suavidad: “Oh, tiene razón. Supongo que yo tendría que hacer algo. Volvemos al hospital donde su madre ha muerto hace más o menos una hora. No sé qué pensar y supongo que tampoco ellos saben cómo reaccionar.”

Mi paradigma cambió; de pronto vi las cosas de otro modo y, como las veía de otro modo, pensé de otra manera, sentí de otra manera y me comporté de otra manera.  Mi irritación se desvaneció. Era innecesario que me preocupara por controlar mi actitud o mi conducta; mi corazón se había visto invadido por el dolor de aquel hombre. Libremente, fluían sentimientos de simpatía y compasión. “¿Su esposa acaba de morir? Lo siento mucho… ¿Cómo ha sido? ¿Puedo hacer algo?”. Todo cambió en un instante…”

Detrás de cada persona con la que nos cruzamos unos segundos, detrás de su mirada, detrás de sus gestos… está su interior.

“Cuando cambiamos la forma de mirar las cosas, las cosas que miramos cambian” – Wayne W. Dyer-

Psicologos Coruña. Psicólogos en Coruña

Noticias relacionadas

El poder de la resilencia 28 jul

El poder de la resilencia

28/07/2025 Estrés
“La resiliencia no es un don exclusivo ni excepcional; es una cualidad natural que se construye con la magia ordinaria que todos practicamos en el día a día”.  Ann S. Masten Recordemos que la felicidad va mucho más allá de las circunstancias externas. Es verdad que a menudo no podemos controlar
¿Somos dueños de nuestro tiempo? 28 jul

¿Somos dueños de nuestro tiempo?

28/07/2025 Estrés
Muchas veces consideramos erróneamente que podemos ganar o perder tiempo, cuando en realidad el tiempo solo transcurre, pasa sin que podamos detenerlo.  Por ello, nuestra labor no ha de ser otra que la de aprender a gestionarlo de un modo satisfactorio. Vivimos inmersos en la época de las prisas,
La indefensión aprendida 28 jul

La indefensión aprendida

28/07/2025 Estrés
“Un niño fue a un circo con su padre y se quedó fascinado por un enorme elefante, de fuerza descomunal. Al terminar la función, el chico vio cómo el domador ataba una de las patas del animal a una pequeña estaca clavada en el suelo. Le sorprendió constatar que la estaca era un minúsculo pedazo de
Negociar, arte que se puede aprender 28 jul

Negociar, arte que se puede aprender

28/07/2025 Estrés
A lo largo del día, son muchas las ocasiones en las que podemos interactuar con otros individuos. Nos estamos relacionando continuamente con personas o grupos de personas con los que podemos tener una mayor o menor contraposición de intereses. La negociación no forma parte de un concepto ajeno,

Financiado por la Unión Europea - NextGenerationEU. Sin embargo, los puntos de vista y las opiniones expresadas son únicamente los del autor o autores y no reflejan necesariamente los de la Unión Europea o la Comisión Europea. Ni la Unión Europea ni la Comisión Europea pueden ser consideradas responsables de las mismas.